La fe es la evidencia, no el mecanismo (lo cual es gracia). Los creyentes no se salvan por obras, sino para obras. Obras no son los medios de salvación, sino el resultado de salvación. La semejanza de Cristo, piadosa, fiel y diaria, no es algo que hacemos, sino quienes somos en Cristo. Si no hay una vida de fe que cambió y que sigue cambiando, no hay evidencia de nuestra salvación, no hay seguridad para el creyente. Solamente Dios conoce el corazón y las circunstancias. La seguridad tiene el propósito