El tercer principio es leer la Biblia en traducciones diferentes para captar el rango de significado más amplio posible (campo semítico) que las palabras o frases bíblicas puedan tener. Muchas veces se puede entender una frase o palabra griega de varias maneras. Estas distintas traducciones presentan esas opciones y ayudan a identificar y a explicar las variaciones del manuscrito griego, las cuales no afectan la doctrina, sino que nos ayudan a regresar al texto original escrito por el autor antiguo