1:17 «Pues Cristo no me envió a bautizar, sino a predicar el evangelio…» Esta frase no pretende despreciar el bautismo, sino reaccionar ante el espíritu disidente dentro de la iglesia de Corinto que exaltaba a ciertos líderes. Sin embargo, esta declaración sí indica que el bautismo no era percibido como un agente «sacramental» de la gracia. Asombra que algunos interpreten los escritos de Pablo de una manera sacramental, cuando en todos sus escritos solo menciona específicamente la Cena del Señor
1 Corinthians 1:17