Las primeras líneas de las cartas del Nuevo Testamento desempeñan el importante rol de presentar lo que viene a continuación. Al escribir esta carta en particular, Pablo adapta el formato básico “de Pablo, a los romanos” a algo que sirve mejor a su propósito. Por ese motivo, él ofrece en primer lugar una descripción acerca de sí mismo. En aquellos tiempos, las cartas eran llevadas a mano, por lo que los romanos no hubieran tenido ninguna duda acerca de qué “Pablo” les estaba escribiendo. La
Romans 1:1–7