Hay cinco cosas en este texto que reclaman nuestra atención. En primer lugar, el modo o método, de la oración de Pablo: La primera nota que suena es de alabanza. Pablo subraya mucho este aspecto, la expresión «primeramente doy gracias a mi Dios» precede a «rogando que» del versículo 10. Vemos, pues, de qué manera practicaba el apóstol lo que predicaba: «sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias» (Fil 4:6). La acción de gracias ha de tener