oraciones que adoran a Dios por razones muy específicas y que le presentan peticiones precisas y definidas. No hay frases moralizantes ni beatas, sino la presentación a Dios de ciertas necesidades, con la sencilla súplica de que las supla. Consideremos también las cosas que motivan estas oraciones. Con una sola excepción, en las oraciones apostólicas no encontramos ruegos a Dios para la provisión de las necesidades temporales, o para la intervención providencial de Dios a favor de los que oran. Las