se habían preocupado de alimentar la vida espiritual de sus hijos. Dios era en ese hogar un concepto difuso al que se le mencionaba sólo en Navidad. Fue entonces que ambos decidieron acercarse a Dios y retomar su rol de padres equipados con principios y absolutos de su palabra. Ahora sienten que tienen los recursos para ser verdaderos guías de sus hijos. ¿Siente usted que ha fallado? ¿Le gustaría tener una nueva oportunidad? Dios la invita a considerarlo en su hogar, él está a la puerta y llama,
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