quebrantada” (Jn 10:35). Las palabras de Dios “son verdaderas: todas ellas son justas” (Sal 19:9). Por lo tanto, Su Palabra, la Biblia, es un fundamento firme para la vida. “Desde hace mucho conozco Tus estatutos, los cuales estableciste para siempre” (Sal 119:152). Escuchar a Dios y creerle es como construir tu casa sobre una roca, no sobre la arena (Mt 7:24). Su Palabra es el consejo que debes escuchar. “[Dios] admirable por Su consejo y magnífico por Su sabiduría” (Is 28:29). “Su entendimiento es infinito” (Sal 147:5).