«Los malos hombres y los engañadores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados» (2Ti 3:13). Tampoco queremos decir que no tengan virtudes sociales hacia sus semejantes en las que estas personas actúen con sinceridad. No afirmamos con los extremistas que, como personas no regeneradas, toda su amistad, honestidad, verdad, compasión, patriotismo o amor conyugal, sean fingidos o hipócritas. Lo que dice nuestra Confesión es que, «ha perdido totalmente toda capacidad para querer algún bien espiritual