Mientras tanto, Señor, sé su porción porque tú eres bueno al alma que te busca y espera en ti. Haz que lleve tu yugo con paciencia y en silencio, que espere calladamente tu salvación, considerando que tú no desechas para siempre, que tu ira no es más que un momento, pero tu favor dura toda la vida, que aunque el llanto pueda prolongarse por una noche, a la mañana viene la alegría, que a quien tú amas, castigas, y azotas a todo aquel que recibes por hijo, y que si él soporta la disciplina, tú lo tratas