Los primeros creyentes fueron imitadores de Cristo, en su mensaje y en su comportamiento; y así fue cómo se ganaron el apelativo que los vinculaba con su maestro. Aplicación: Cristianos: Para poder llevar con honra este apelativo, debemos conocer al maestro de quien decimos ser discípulos e imitar su conducta de tal forma que quien nos mire vea en nosotros a Cristo. Religiones: En un mundo con tanta diversidad religiosa, el cristianismo debe abrirse paso, no solo de palabra, sino con hechos, con