Lo que el mundo consideraba delito y obstinación, Dios lo llama fe inquebrantable. Lo que el mundo castigó con la muerte, Dios lo premia con la vida eterna. Aplicación: Fidelidad: El Señor nos anunció persecución, pero también prometió vida eterna a los que perseveren con fidelidad hasta el final. Incomprensión: El mundo no siempre nos va a comprender; debemos estar preparados para recibir las críticas y las consecuencias de ser cristianos en un mundo ateo. Martirio: En algunas épocas de la Iglesia