Por lo cual también Dios
lo exaltó hasta lo sumo
y le otorgó el nombre
que es sobre todo nombre;
para que en el nombre de Jesús
se doble toda rodilla
de los que están en los cielos,
en la tierra y debajo de la tierra;
y toda lengua confiese
para gloria de Dios Padre
que Jesucristo es Señor.
Philippians 2:9–11