¡Sálvame, SEÑOR mi Dios, porque en ti busco refugio!
¡Líbrame de todos mis perseguidores!
De lo contrario, me devorarán como leones;
me despedazarán, y no habrá quien me libre.
SEÑOR mi Dios, ¿qué es lo que he hecho?
¿qué mal he cometido?
Si le he hecho daño a mi amigo,
si he despojado sin razón al que me oprime,
entonces que mi enemigo me persiga y me alcance;
que me haga morder el polvo
y arrastre mi honra...
Psalm 7:1–17