Yo me alegro cuando me dicen:
«Vamos a la casa del SEÑOR.»
¡Jerusalén, ya nuestros pies
se han plantado ante tus portones!
¡Jerusalén, ciudad edificada
para que en ella todos se congreguen!
A ella suben las tribus,
las tribus del SEÑOR,
para alabar su nombre
conforme a la ordenanza que recibió Israel.
Allí están los tribunales de justicia,
los tribunales de la dinastía de David.
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Psalm 122:1–9