Cuando se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagué, al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos con este encargo: «Vayan a la aldea que tienen enfrente, y ahí mismo encontrarán una burra atada, y un burrito con ella. Desátenlos y tráiganmelos. Si alguien les dice algo, respóndanle que el Señor los necesita, pero que ya los devolverá.»
Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta:
«Digan a la hija de Sión:
“Mira, tu rey viene hacia ti,
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Matthew 21:1–46