Entonces me mostró a Josué, el sumo sacerdote, que estaba de pie ante el ángel del SEÑOR, y a Satanás, que estaba a su mano derecha como parte acusadora. El ángel del SEÑOR le dijo a Satanás:
«¡Que te reprenda el SEÑOR,
que ha escogido a Jerusalén!
¡Que el SEÑOR te reprenda, Satanás!
¿Acaso no es este hombre
un tizón rescatado del fuego?»
Zechariah 3:1–2