Tú eres el más apuesto de los hombres;
tus labios son fuente de elocuencia,
ya que Dios te ha bendecido para siempre.
¡Con esplendor y majestad,
cíñete la espada, oh valiente!
Con majestad, cabalga victorioso
en nombre de la verdad, la humildad y la justicia;
que tu diestra realice gloriosas hazañas.
Que tus agudas flechas atraviesen
el corazón de los enemigos del rey,
y que caigan las naciones a tus pies.
...
Psalm 45:2–17