Oh SEÑOR, líbrame de los impíos;
protégeme de los violentos,
de los que urden en su corazón planes malvados
y todos los días fomentan la guerra.
Afilan su lengua cual lengua de serpiente;
¡veneno de víbora hay en sus labios! Selah
SEÑOR, protégeme del poder de los impíos;
protégeme de los violentos,
de los que piensan hacerme caer.
Esos engreídos me han tendido una trampa;
han puesto los lazos de su red,
...
Psalm 140:1–13