Si el SEÑOR no hubiera estado de nuestra parte
—que lo repita ahora Israel—,
si el SEÑOR no hubiera estado de nuestra parte
cuando todo el mundo se levantó contra nosotros,
nos habrían tragado vivos
al encenderse su furor contra nosotros;
nos habrían inundado las aguas,
el torrente nos habría arrastrado,
¡nos habrían arrastrado las aguas turbulentas!
Bendito sea el SEÑOR, que no dejó
que nos despedazaran con...
Psalm 124:1–8