Den gracias al SEÑOR, porque él es bueno;
su gran amor perdura para siempre.
Que lo digan los redimidos del SEÑOR,
a quienes redimió del poder del adversario,
a quienes reunió de todos los países,
de oriente y de occidente, del norte y del sur.
Vagaban perdidos por parajes desiertos,
sin dar con el camino a una ciudad habitable.
Hambrientos y sedientos,
la vida se les iba consumiendo.
En su angustia clamaron...
Psalm 107:1–43