¿Acaso no está llamando la sabiduría?
¿No está elevando su voz la inteligencia?
Toma su puesto en las alturas,
a la vera del camino y en las encrucijadas.
Junto a las puertas que dan a la ciudad,
a la entrada misma, grita a voz en cuello:
«A ustedes los hombres, los estoy llamando;
dirijo mi voz a toda la humanidad.
Ustedes los inexpertos, ¡adquieran prudencia!
Ustedes los necios, ¡obtengan discernimiento!
...
Proverbs 8:1–36