No abrigues en tu corazón deseos por su belleza,
ni te dejes cautivar por sus ojos,
pues la ramera va tras un pedazo de pan,
pero la mujer de otro hombre busca tu propia vida.
¿Puede alguien echarse brasas en el pecho
sin quemarse la ropa?
¿Puede alguien caminar sobre las brasas
sin quemarse los pies?
Proverbs 6:25–28