Ni la nieve es para el verano,
ni la lluvia para la cosecha,
ni los honores para el necio.
Como el gorrión sin rumbo o la golondrina sin nido,
la maldición sin motivo jamás llega a su destino.
El látigo es para los caballos,
el freno para los asnos,
y el garrote para la espalda del necio.
No respondas al necio según su necedad,
o tú mismo pasarás por necio.
Respóndele al necio como se merece,
...
Proverbs 26:1–28