El SEÑOR le ordenó a Moisés que les dijera a los israelitas: «Cuando una mujer conciba y dé a luz un niño, quedará impura durante siete días, como lo es en el tiempo de su menstruación. Al octavo día, el niño será circuncidado. La madre deberá permanecer treinta y tres días más purificándose de su flujo de sangre. No tocará ninguna cosa santa, ni irá al santuario, hasta que termine su período de purificación.
»Si da a luz una niña, la madre quedará impura durante dos semanas, como lo es en...
Leviticus 12:1–8