Después de Abimélec surgió un hombre de Isacar para salvar a Israel. Se llamaba Tola, y era hijo de Fuvá y nieto de Dodó. Vivía en Samir, en la región montañosa de Efraín, y gobernó a Israel durante veintitrés años; entonces murió, y fue sepultado en Samir.
A Tola lo sucedió Yaír de Galaad, que gobernó a Israel durante veintidós años. Tuvo treinta hijos, cada uno de los cuales montaba su propio asno y gobernaba su propia ciudad en Galaad. Hasta el día de hoy estas ciudades se conocen como...
Judges 10:1–18