Pero Jesús les respondía:
—Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo.
Así que los judíos redoblaban sus esfuerzos para matarlo, pues no sólo quebrantaba el sábado sino que incluso llamaba a Dios su propio Padre, con lo que él mismo se hacía igual a Dios.
John 5:17–18