Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo:
—¿Y tú, Señor, me vas a lavar los pies a mí?
—Ahora no entiendes lo que estoy haciendo—le respondió Jesús—, pero lo entenderás más tarde.
—¡No!—protestó Pedro—. ¡Jamás me lavarás los pies!
—Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo.
John 13:6–8