pero María se quedó afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro, y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.
—¿Por qué lloras, mujer?—le preguntaron los ángeles.
—Es que se han llevado a mi Señor, y no sé dónde lo han puesto—les respondió.
Apenas dijo esto, volvió la mirada y allí vio a Jesús de pie, aunque no sabía que era él. Jesús le dijo:
—¿Por qué...
John 20:11–18