»¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo,
o atarle la lengua con una cuerda?
¿Puedes ponerle un cordel en la nariz,
o perforarle la quijada con un gancho?
¿Acaso amablemente va a pedirte
o suplicarte que le tengas compasión?
¿Acaso va a comprometerse
a ser tu esclavo de por vida?
¿Podrás jugar con él como juegas con los pájaros,
o atarlo para que tus niñas se entretengan?
¿Podrán los mercaderes ofrecerlo como...
Job 41:1–34