«Así dice el SEÑOR: “Párate en el atrio de la casa del SEÑOR, y di todas las palabras que yo te ordene a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del SEÑOR. No omitas ni una sola palabra. Tal vez te hagan caso y se conviertan de su mal camino. Si lo hacen, me arrepentiré del mal que pensaba hacerles por causa de sus malas acciones.
Jeremiah 26:2–3