«¡Ay de los pastores que destruyen y dispersan el rebaño de mis praderas!», afirma el SEÑOR. Por eso, así dice el SEÑOR, el Dios de Israel, a los pastores que apacientan a mi pueblo: «Ustedes han dispersado a mis ovejas; las han expulsado y no se han encargado de ellas. Pues bien, yo me encargaré de castigarlos a ustedes por sus malas acciones—afirma el SEÑOR—. Al resto de mis ovejas yo mismo las reuniré de todos los países adonde las expulsé; y las haré volver a sus pastos, donde crecerán y...
Jeremiah 23:1–40