»Nunca más habrá en ella
niños que vivan pocos días,
ni ancianos que no completen sus años.
El que muera a los cien años
será considerado joven;
pero el que no llegue a esa edad
será considerado maldito.
Construirán casas y las habitarán;
plantarán viñas y comerán de su fruto.
Ya no construirán casas para que otros las habiten,
ni plantarán viñas para que otros coman.
Porque los días de mi pueblo
...
Isaiah 65:20–22