Y dijo Dios: «¡Que haya vegetación sobre la tierra;
que ésta produzca hierbas que den semilla,
y árboles que den su fruto con semilla,
todos según su especie!»
Y así sucedió. Comenzó a brotar la vegetación:
hierbas que dan semilla,
y árboles que dan su fruto con semilla,
todos según su especie.
Y Dios consideró que esto era bueno.
Genesis 1:11–12