Pablo, Silvano y Timoteo,
a la iglesia de los tesalonicenses, unida a Dios nuestro Padre y al Señor Jesucristo:
Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo les concedan gracia y paz.
Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros. Así que nos sentimos orgullosos de ustedes ante las iglesias de Dios por la perseverancia y la fe que muestran al soportar...
2 Thessalonians 1:1–12