el rey envió allá un destacamento grande, con caballos y carros de combate. Llegaron de noche y cercaron la ciudad. Por la mañana, cuando el criado del hombre de Dios se levantó para salir, vio que un ejército con caballos y carros de combate rodeaba la ciudad.
—¡Ay, mi señor!—exclamó el criado—. ¿Qué vamos a hacer?
—No tengas miedo—respondió Eliseo—. Los que están con nosotros son más que ellos.
Entonces Eliseo oró: «SEÑOR, ábrele a Guiezi los ojos para que vea.» El SEÑOR así lo hizo,...
2 Kings 6:14–18