Haré con ellos un pacto de paz, un pacto eterno. Les daré su tierra y aumentaré su población, y pondré mi templo en medio de ellos para siempre. Haré mi hogar entre ellos. Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y cuando mi templo esté en medio de ellos para siempre, las naciones sabrán que yo soy el SEÑOR, quien hace santo a Israel».
Ezekiel 37:26–28