ya que desde niño conoces las Sagradas Escrituras, las cuales pueden hacerte sabio en la salvación que por la fe hay en Cristo Jesús.
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y es útil para la enseñanza, para la refutación del error, para la corrección, para la instrucción en la justicia,
a fin de que el hombre de Dios esté completamente calificado, equipado para toda buena obra.
2 Timothy 3:15–17