Salmo 78:40–55
40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Lo enojaron en el yermo!
41 Y volvían, y tentaban a Dios,
Y provocaban al Santo de Israel.
42 No se acordaron de su mano,
Del día que los redimió de la angustia;
43 Cuando puso en Egipto sus señales,
Y sus maravillas en el campo de Zoán;
44 Y volvió sus ríos en sangre,
Y sus corrientes, para que no bebiesen.i
45 Envió entre ellos enjambres de moscasj que los devoraban,
Y ranask que los destruían.
46 Dio también a la oruga sus frutos,
Y sus labores a la langosta.l
47 Sus viñas destruyó con granizo,
Y sus higuerales con escarcha;
48 Entregó al pedrisco sus bestias,
Y sus ganados a los rayos.m
49 Envió sobre ellos el ardor de su ira;
Enojo, indignación y angustia,
Un ejército de ángeles destructores.
No eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino que entregó su vida a la mortandad.
51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto,n
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.
52 Hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y los llevó por el desierto como un rebaño.o
53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
Y el mar cubrió a sus enemigos.p
54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,q
A este monte que ganó su mano derecha.
55 Echó las naciones de delante de ellos;r
Con cuerdas repartió sus tierras en heredad,
E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.