Cargando…

Salmo 63:1–8

1 Dios, Dios mío eres tú;

De madrugada te buscaré;

Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,

En tierra seca y árida donde no hay aguas,

2 Para ver tu poder y tu gloria,

Así como te he mirado en el santuario.

3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;

Mis labios te alabarán.

4 Así te bendeciré en mi vida;

En tu nombre alzaré mis manos.

5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,

Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,

Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

7 Porque has sido mi socorro,

Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

8 Está mi alma apegada a ti;

Tu diestra me ha sostenido.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos