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Salmo 44–48

SALMO 44

Liberaciones pasadas y pruebas presentes

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,

La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;

Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.

3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,

Ni su brazo los libró;

Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,

Porque te complaciste en ellos.

4 Tú, oh Dios, eres mi rey;

Manda salvación a Jacob.

5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;

En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

6 Porque no confiaré en mi arco,

Ni mi espada me salvará;

7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,

Y has avergonzado a los que nos aborrecían.

8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,

Y para siempre alabaremos tu nombre.

Selah

9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;

Y no sales con nuestros ejércitos.

10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo,

Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.

11 Nos entregas como ovejas al matadero,

Y nos has esparcido entre las naciones.

12 Has vendido a tu pueblo de balde;

No exigiste ningún precio.

13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,

Por escarnio y por burla de los que nos rodean.

14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;

Todos al vernos menean la cabeza.

15 Cada día mi vergüenza está delante de mí,

Y la confusión de mi rostro me cubre,

16 Por la voz del que me vitupera y deshonra,

Por razón del enemigo y del vengativo.

17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,

Y no hemos faltado a tu pacto.

18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,

Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,

19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,

Y nos cubrieses con sombra de muerte.

20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,

O alzado nuestras manos a dios ajeno,

21 ¿No demandaría Dios esto?

Porque él conoce los secretos del corazón.

22 Pero por causa de ti nos matan cada día;

Somos contados como ovejas para el matadero.a

23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor?

Despierta, no te alejes para siempre.

24 ¿Por qué escondes tu rostro,

Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,

Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.

26 Levántate para ayudarnos,

Y redímenos por causa de tu misericordia.

SALMO 45

Cántico de las bodas del rey

Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.

1 Rebosa mi corazón palabra buena;

Dirijo al rey mi canto;

Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;

La gracia se derramó en tus labios;

Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,

Con tu gloria y con tu majestad.

4 En tu gloria sé prosperado;

Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia,

Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

5 Tus saetas agudas,

Con que caerán pueblos debajo de ti,

Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;

Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;

Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,

Con óleo de alegría más que a tus compañeros.a

8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;

Desde palacios de marfil te recrean.

9 Hijas de reyes están entre tus ilustres;

Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;

Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

11 Y deseará el rey tu hermosura;

E inclínate a él, porque él es tu señor.

12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes;

Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;

De brocado de oro es su vestido.

14 Con vestidos bordados será llevada al rey;

Vírgenes irán en pos de ella,

Compañeras suyas serán traídas a ti.

15 Serán traídas con alegría y gozo;

Entrarán en el palacio del rey.

16 En lugar de tus padres serán tus hijos,

A quienes harás príncipes en toda la tierra.

17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,

Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.

SALMO 46

Dios es nuestro amparo y fortaleza

Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,

Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,

Y se traspasen los montes al corazón del mar;

3 Aunque bramen y se turben sus aguas,

Y tiemblen los montes a causa de su braveza.

Selah

4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,

El santuario de las moradas del Altísimo.

5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.

Dios la ayudará al clarear la mañana.

6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;

Dio él su voz, se derritió la tierra.

7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;

Nuestro refugio es el Dios de Jacob.

Selah

8 Venid, ved las obras de Jehová,

Que ha puesto asolamientos en la tierra.

9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.

Que quiebra el arco, corta la lanza,

Y quema los carros en el fuego.

10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;

Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;

Nuestro refugio es el Dios de Jacob.

Selah

SALMO 47

Dios, el Rey de toda la tierra

Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

1 Pueblos todos, batid las manos;

Aclamad a Dios con voz de júbilo.

2 Porque Jehová el Altísimo es temible;

Rey grande sobre toda la tierra.

3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,

Y a las naciones debajo de nuestros pies.

4 El nos elegirá nuestras heredades;

La hermosura de Jacob, al cual amó.

Selah

5 Subió Dios con júbilo,

Jehová con sonido de trompeta.

6 Cantad a Dios, cantad;

Cantad a nuestro Rey, cantad;

7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra;

Cantad con inteligencia.

8 Reinó Dios sobre las naciones;

Se sentó Dios sobre su santo trono.

9 Los príncipes de los pueblos se reunieron

Como pueblo del Dios de Abraham;

10 Porque de Dios son los escudos de la tierra;

El es muy exaltado.

SALMO 48

Hermosura y gloria de Sion

Cántico. Salmo de los hijos de Coré.

1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado

En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,

Es el monte de Sion, a los lados del norte,

La ciudad del gran Rey.a

3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.

4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron;

Pasaron todos.

5 Y viéndola ellos así, se maravillaron,

Se turbaron, se apresuraron a huir.

6 Les tomó allí temblor;

Dolor como de mujer que da a luz.

7 Con viento solano

Quiebras tú las naves de Tarsis.

8 Como lo oímos, así lo hemos visto

En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;

La afirmará Dios para siempre.

Selah

9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios,

En medio de tu templo.

10 Conforme a tu nombre, oh Dios,

Así es tu loor hasta los fines de la tierra;

De justicia está llena tu diestra.

11 Se alegrará el monte de Sion;

Se gozarán las hijas de Judá

Por tus juicios.

12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla;

Contad sus torres.

13 Considerad atentamente su antemuro,

Mirad sus palacios;

Para que lo contéis a la generación venidera.

14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;

El nos guiará aun más allá de la muerte.

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