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Apocalipsis 12:1–13:18

La mujer y el dragón

12

1Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas.a2Y estando encinta, clamaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento. b 3También apareció otra señal en el cielo: he aquí un gran dragón escarlata, que tenía siete cabezas y diez cuernos,c y en sus cabezas siete diademas; 4y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó sobre la tierra.d Y el dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. 5Y ella dio a luz un hijo varón,e que regirá con vara de hierro a todas las naciones;f y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono. 6Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar preparado por Dios, para que allí la sustenten por mil doscientos sesenta días.

7Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguelg y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles; 8pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo. 9Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua,h que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra,i y sus ángeles fueron arrojados con él. 10Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos,j el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. 11Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. 12Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

13Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. 14Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.k 15Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como un río, para que fuese arrastrada por el río. 16Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su boca y tragó el río que el dragón había echado de su boca. 17Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.

Las dos bestias

13

1Me paré sobre la arena del mar, y vi subir del mar una bestiaa que tenía siete cabezas y diez cuernos; y en sus cuernos diez diademas; y sobre sus cabezas, un nombre blasfemo.b 2Y la bestia que vi era semejante a un leopardo, y sus pies como de oso, y su boca como boca de león.c Y el dragón le dio su poder y su trono, y grande autoridad. 3Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada; y se maravilló toda la tierra en pos de la bestia, 4y adoraron al dragón que había dado autoridad a la bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la bestia, y quién podrá luchar contra ella?

5También se le dio boca que hablaba grandes cosas y blasfemias; y se le dio autoridad para actuar cuarenta y dos meses. 6Y abrió su boca en blasfemias contra Dios,d para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo, y de los que moran en el cielo. 7Y se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos.e También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8Y la adoraron todos los moradores de la tierra cuyos nombres no estaban escritos en el libro de la vidaf del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo. 9Si alguno tiene oído, oiga. 10Si alguno lleva en cautividad, va en cautividad;g si alguno mata a espada, a espada debe ser muerto. Aquí está la paciencia y la fe de los santos.

11Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. 12Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. 14Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió. 15Y se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen hablase e hiciese matar a todo el que no la adorase. 16Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; 17y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre. 18Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, cuente el número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número es seiscientos sesenta y seis.

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