Cargando…

Oseas 7:1–8:14

Iniquidad y rebelión de Israel

7

1Mientras curaba yo a Israel, se descubrió la iniquidad de Efraín, y las maldades de Samaria; porque hicieron engaño; y entra el ladrón, y el salteador despoja por fuera. 2Y no consideran en su corazón que tengo en memoria toda su maldad; ahora les rodearán sus obras; delante de mí están. 3Con su maldad alegran al rey, y a los príncipes con sus mentiras. 4Todos ellos son adúlteros; son como horno encendido por el hornero, que cesa de avivar el fuego después que está hecha la masa, hasta que se haya leudado. 5En el día de nuestro rey los príncipes lo hicieron enfermar con copas de vino; extendió su mano con los escarnecedores. 6Aplicaron su corazón, semejante a un horno, a sus artificios; toda la noche duerme su hornero; a la mañana está encendido como llama de fuego. 7Todos ellos arden como un horno, y devoraron a sus jueces; cayeron todos sus reyes; no hay entre ellos quien a mí clame.

8Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. 9Devoraron extraños su fuerza, y él no lo supo; y aun canas le han cubierto, y él no lo supo. 10Y la soberbia de Israel testificará contra él en su cara; y no se volvieron a Jehová su Dios, ni lo buscaron con todo esto.

11Efraín fue como paloma incauta, sin entendimiento; llamarán a Egipto, acudirán a Asiria. 12Cuando fueren, tenderé sobre ellos mi red; les haré caer como aves del cielo; les castigaré conforme a lo que se ha anunciado en sus congregaciones. 13¡Ay de ellos! porque se apartaron de mí; destrucción vendrá sobre ellos, porque contra mí se rebelaron; yo los redimí, y ellos hablaron mentiras contra mí.

14Y no clamaron a mí con su corazón cuando gritaban sobre sus camas; para el trigo y el mosto se congregaron, se rebelaron contra mí. 15Y aunque yo los enseñé y fortalecí sus brazos, contra mí pensaron mal. 16Volvieron, pero no al Altísimo; fueron como arco engañoso; cayeron sus príncipes a espada por la soberbia de su lengua; esto será su escarnio en la tierra de Egipto.

Reprensión de la idolatría de Israel

8

1Pon a tu boca trompeta. Como águila viene contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se rebelaron contra mi ley. 2A mí clamará Israel: Dios mío, te hemos conocido. 3Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá.

4Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser ellos mismos destruidos. 5Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos, hasta que no pudieron alcanzar purificación. 6Porque de Israel es también éste, y artífice lo hizo; no es Dios; por lo que será deshecho en pedazos el becerro de Samaria.

7Porque sembraron viento, y torbellino segarán; no tendrán mies, ni su espiga hará harina; y si la hiciere, extraños la comerán. 8Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija que no se estima. 9Porque ellos subieron a Asiria, como asno montés para sí solo; Efraín con salario alquiló amantes. 10Aunque alquilen entre las naciones, ahora las juntaré, y serán afligidos un poco de tiempo por la carga del rey y de los príncipes.

11Porque multiplicó Efraín altares para pecar, tuvo altares para pecar. 12Le escribí las grandezas de mi ley, y fueron tenidas por cosa extraña. 13En los sacrificios de mis ofrendas sacrificaron carne, y comieron; no los quiso Jehová; ahora se acordará de su iniquidad, y castigará su pecado; ellos volverán a Egipto. 14Olvidó, pues, Israel a su Hacedor, y edificó templos, y Judá multiplicó ciudades fortificadas; mas yo meteré fuego en sus ciudades, el cual consumirá sus palacios.

Leer más



Un servicio de Software Bíblico Logos