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Mateo 12:1–13

Los discípulos recogen espigas en el día de reposo

(Mr. 2.23–28; Lc. 6.1–5)

12

1En aquel tiempo iba Jesús por los sembrados en un día de reposo;* y sus discípulos tuvieron hambre, y comenzaron a arrancar espigasa y a comer. 2Viéndolo los fariseos, le dijeron: He aquí tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer en el día de reposo.* 3Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; 4cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición,b que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?c5¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo* los sacerdotes en el templo profanan el día de reposo,* y son sin culpa? d 6Pues os digo que uno mayor que el templo está aquí. 7Y si supieseis qué significa:e Misericordia quiero, y no sacrificio,f no condenaríais a los inocentes; 8porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.*

El hombre de la mano seca

(Mr. 3.1–6; Lc. 6.6–11)

9Pasando de allí, vino a la sinagoga de ellos. 10Y he aquí había allí uno que tenía seca una mano; y preguntaron a Jesús, para poder acusarle: ¿Es lícito sanar en el día de reposo?* 11El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo,* no le eche mano, y la levante?g 12Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo.* 13Entonces dijo a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada sana como la otra.

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