Lucas 9:44–62
44Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.
46Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor.j 47Y Jesús, percibiendo los pensamientos de sus corazones, tomó a un niño y lo puso junto a sí, 48y les dijo: Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió;k porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande.
El que no es contra nosotros, por nosotros es
49Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. 50Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.
Jesús reprende a Jacobo y a Juan
51Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. 52Y envió mensajeros delante de él, los cuales fueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. 53Mas no le recibieron, porque su aspecto era como de ir a Jerusalén. 54Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, como hizo Elías, y los consuma?l 55Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois; 56porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas. Y se fueron a otra aldea.
Los que querían seguir a Jesús
57Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. 58Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. 59Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. 60Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. 61Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa.m 62Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.