Looking to help your church and family stay connected to the Word while social distancing?
Check out our free church library, church online resources, and family resources.
Advertencias al Fiador y al Perezoso
6 Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo,
Si has dado promesa a un extrañoa,
2 Si te has enredado con las palabras de tu boca,
Si con las palabras de tu boca has sido atrapado,
3 Haz esto ahora, hijo mío, y líbrate,
Ya que has caído en la mano de tu prójimo:
Ve, humíllate e importuna a tu prójimo.
Ni adormecimiento a tus párpadosa;
5 Líbrate como la gacela de la mano del cazador
Y como ave de la mano del que cazaa.
6 Ve, mira la hormigaa, perezoso,
Observa sus caminos, y sé sabio.
Ni oficial ni señora,
8 Prepara en el verano su alimentoa
Y recoge en la cosecha su sustento.
9 ¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado?
¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 “aUn poco de dormir, un poco de dormitar,
Un poco de cruzar las manos para descansar,”
11 Y vendrá tu pobreza como vagabundo,
Y tu necesidad como un hombre armado.
12 La persona indignaa, el hombre malvado,
Es el que anda con boca perversab,
13 El que guiña los ojosa, el que hace señas con los pies,
El que señala con los dedos,
14 El que con perversidad en su corazón, continuamente trama el mala,
El que siembra discordiab.
15 Por tanto su desgracia vendrá de repentea;
Al instante será quebrantado, y no habrá remedio.
16 Seis cosas hay que el Señor odia,
Y siete son abominación para El:
17 Ojos soberbios, lengua mentirosaa,
Manos que derraman sangre inocente,
18 Un corazón que trama planes perversosa,
Pies que corren rápidamente hacia el malb,
19 Un testigo falso que dice mentirasa,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
Advertencia contra el Adulterio
20 Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre
Y no abandones la enseñanza de tu madrea;
21 Atalos de continuo en tu corazón,
Enlázalos a tu cuelloa.
22 Cuando andesa, te guiarán;
Cuando duermas, velarán por ti;
Al despertarte, hablarán contigo.
23 Porque el mandamiento es lámparaa, y la enseñanza luz,
Y camino de vida las reprensiones de la instrucción,
24 Para librarte de la mujer mala,
De la lengua suave de la desconocidaa.
25 No codicies su hermosura en tu corazóna,
Ni dejes que te cautive con sus párpados.
26 Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pana,
Pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosab.
27 ¿Puede un hombre poner fuego en su seno
Sin que arda su ropa?
28 ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos
Sin que se quemen sus pies?
29 Así es el que se llega a la mujer de su prójimoa;
Cualquiera que la toque no quedará sin castigo.
30 No se desprecia al ladrón si roba
Para saciarsea cuando tiene hambre;
31 Pero cuando es sorprendido, debe pagar siete veces;
Tiene que dar todos los bienes de su casaa.
32 El que comete adulterio no tiene entendimiento;
El que lo hace destruye su almaa.
33 Heridas y vergüenza hallará,
Y su afrenta no se borrará.
34 Porque los celos enfurecen al hombrea,
Y no perdonará en el día de la venganzab.
35 No aceptará ningún rescate,
Ni se dará por satisfecho aunque le des muchos presentes.
7 Hijo mío, guarda mis palabras
Y atesora mis mandamientos contigoa.
2 Guarda mis mandamientos y vivirás,
Y mi enseñanza como la niña de tus ojosa.
Escríbelos en la tabla de tu corazóna.
4 Di a la sabiduría: “Tú eres mi hermana,”
Y llama a la inteligencia tu mejor amiga,
5 Para que te guarden de la mujer extraña,
De la desconocida que lisonjea con sus palabras.
6 Porque desde la ventana de mi casa
Miraba por la celosíaa,
7 Y vi entre los simplesa,
Distinguí entre los muchachos
A un joven falto de juiciob,
8 Pasando por la calle, cerca de su esquina;
Iba camino de su casaa,
9 Al atardecer, al anochecera,
En medio de la noche y la oscuridad.
10 Entonces una mujer le sale al encuentro,
Vestida como ramera y astuta de corazóna.
Sus pies no permanecen en casaa;
12 Está ya en las calles, ya en las plazas,
Y acechaa por todas las esquinas.
13 Así que ella lo agarra y lo besa,
Y descaradaa le dice:
14 “Tenía que ofrecer ofrendas de paza,
Y hoy he cumplido mis votosb;
15 Por eso he salido a encontrarte,
Buscando tu rostro con ansiedad, y te he hallado.
16 He tendido mi lecho con colchas,
Con linos de Egipto en coloresa.
18 Ven, embriaguémonos de amor hasta la mañana,
Deleitémonos con caricias.
19 Porque mi marido no está en casa,
Se ha ido a un largo viaje;
20 Se ha llevado en la mano la bolsa del dineroa,
Volverá a casa para la luna llena.”
21 Con sus palabras persuasivas lo atrae,
Lo seduce con sus labios lisonjerosa.
Como va el buey al matadero,
O como uno en grillos al castigo de un necio,
23 Hasta que una flecha le traspasa el hígado;
Como el ave que se precipita en la trampaa,
Y no sabe que esto le costará la vida.
24 Ahora pues, hijos míos, escúchenme,
Y presten atención a las palabras de mi bocaa.
25 No se desvíe tu corazón hacia sus caminos,
No te extravíes en sus sendasa.
26 Porque muchas son las víctimas derribadas por ella,
Y numerosos los que ha matadoa.
27 Su casa es el camino al Seol,
Que desciende a las cámaras de la muertea.
8 a¿No clama la sabiduría,
Y levanta su voz la prudencia?
2 En la cima de las alturasa, junto al camino,
Donde cruzan las sendas, se coloca;
3 Junto a las puertasa, a la salida de la ciudad,
En el umbral de las puertas, da voces:
4 “Oh hombres, a ustedes clamo,
Para los hijos de los hombres es mi voz.
5 Oh simples, aprendan prudenciaa;
Y ustedes, neciosb, aprendan sabiduría.
6 Escuchen, porque hablaré cosas excelentesa,
Y con el abrir de mis labios rectitudb.
7 Porque mi boca proferirá la verdada,
Abominación a mis labios es la impiedad.
8 Conforme a la justicia son todas las palabras de mi boca,
No hay en ellas nada torcido ni perversoa.
9 Todas son sinceras para el que entiendea,
Y rectas para los que han hallado conocimientob.
10 Reciban mi instrucción y no la plata,
Y conocimiento antes que el oro escogidoa,
11 Porque mejor es la sabiduría que las joyasa,
Y todas las cosas deseables no pueden compararse con ella.
La Sabiduría se Elogia a sí Misma
12 Yo, la sabiduría, habito con la prudencia,
Y he hallado conocimiento y discrecióna.
13 El temor del Señor es aborrecer el mala.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
Y la boca perversa, yo aborrezco.
14 Mío es el consejoa y la prudenciab,
Yo soy la inteligencia, el poder es mío.
Y los gobernantes decretan justiciaa.
16 Por mí gobiernan los príncipes y los nobles,
Todos los que juzgan con justicia.
17 Amo a los que me amana,
Y los que me buscan con diligencia me hallaránb.
18 Conmigo están las riquezas y el honora,
La fortuna duradera y la justicia.
19 Mi fruto es mejor que el oro, que el oro puroa,
Y mi ganancia es mejor que la plata escogida.
20 Yo ando por el camino de la justicia,
Por en medio de las sendas del derecho,
21 Para otorgar heredad a los que me aman
Y así llenar sus tesorosa.
22 El Señor me poseyó al principio de Su camino,
Antes de Sus obras de tiempos pasadosa.
23 Desde la eternidad fui establecidaa,
Desde el principio, desde los orígenes de la tierrab.
24 Cuando no había abismos fui engendrada,
Cuando no había manantiales abundantes en aguasa.
25 Antes que los montes fueran asentados,
Antes que las colinas, fui engendradaa,
26 Cuando El no había hecho aún la tierra y los campos,
Ni el polvo primero del mundo.
27 Cuando estableció los cielosa, allí estaba yo;
Cuando trazó un círculo sobre la superficie del abismob,
28 Cuando arriba afirmó los cielos,
Cuando las fuentes del abismo se afianzaron,
29 Cuando al mar puso sus límites
Para que las aguas no transgredieran Su mandato,
Cuando señaló los cimientos de la tierraa,
30 Yo estaba entonces junto a Ela, como arquitecto;
Yo era Su delicia de día en día,
Regocijándome en todo tiempo en Su presencia,
31 Regocijándome en el mundo, en Su tierra,
Y teniendo mis delicias con los hijos de los hombresa.
32 Ahora pues, hijos, escúchenmea,
Porque bienaventurados son los que guardan mis caminos.
33 Escuchen la instrucción y sean sabiosa,
Y no la desprecien.
34 Bienaventurado el hombre que me escuchaa,
Velando a mis puertas día a día,
Aguardando en los postes de mi entrada.
35 Porque el que me halla, halla la vidaa
Y alcanza el favor del Señor.
36 Pero el que peca contra mí, a sí mismo se dañaa;
Todos los que me odian, aman la muerteb.”
9 La sabiduría ha edificado su casaa,
Ha labrado sus siete columnas;
2 Ha preparado su alimentoa, ha mezclado su vino,
Ha puesto también su mesa;
3 Ha enviado a sus doncellasa, y clama
Desde los lugares más altos de la ciudad:
4 “El que sea simplea que entre aquí.”
Al falto de entendimiento le diceb:
Y bebe del vino que he mezcladoa.
6 Abandona la necedad y vivirás;
Anda por el camino del entendimientoa.”
7 El que instruye al insolente, atrae sobre sí deshonra,
Y el que reprende al impío recibe insultosa.
8 No reprendas al insolente, para que no te aborrezca;
Reprende al sabio, y te amaráa.
9 Da instrucción al sabio, y será aún más sabio,
Enseña al justo, y aumentará su sabera.
10 El principio de la sabiduría es el temor del Señor,
Y el conocimiento del Santo es inteligenciaa.
11 Pues por mí se multiplicarán tus días,
Y años de vida te serán añadidosa.
12 Si eres sabio, eres sabio para provecho tuyoa,
Y si escarneces, tú sólo lo sufrirás.
13 La mujer insensata es alborotadoraa,
Es simple y no sabe nadab.
14 Se sienta a la puerta de su casa,
En un asiento, en los lugares altos de la ciudada,
A los que van derechos por sus sendas:
16 “El que sea simple, que entre aquí.”
Y al falto de entendimiento, le dicea:
17 “Dulces son las aguas hurtadas,
Y el pan comido en secreto es sabrosoa.”
18 Pero él no sabe que allí están los muertos,
Que sus invitados están en las profundidades del Seola.
10 Los proverbios de Salomón.
El hijo sabio alegra al padrea,
Pero el hijo necio es tristeza para su madreb.
2 Tesoros mal adquiridos no aprovechan,
Pero la justicia libra de la muertea.
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a | |
a | |
a | |
a | |
a | |
b | |
a |
Sign Up to Use Our
Free Bible Study Tools
Sign up for the Verse of the Day
Get beautiful Bible art delivered to your inbox. We’ll send you a new verse every day to download or share.