Mateo 26:39–42
39 Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copaa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quierasb».
40 Entonces vino* Jesús a los discípulos y los halló* durmiendo, y dijo* a Pedro: «¿Conque no pudieron velar una hora junto a Mía?
41 »Velena y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débilb».
42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: «Padre Mío, si esta copa no «Puede pasar sin que Yo la bebaa, hágase Tu voluntadb».