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Gálatas 4:21–31

Alegoría de la libertad en Cristo

21 Díganme, los que desean estar bajo la ley, ¿no oyen a la leya?

22 Porque está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la siervaa y otro de la libreb.

23 Pero el hijo de la sierva nació según la carnea, y el hijo de la libre por medio de la promesab.

24 Esto contiene una alegoría1a, pues estas mujeres son dos pactos. Uno procede del monte Sinaíb que engendra hijos para ser esclavos2c; este3 es Agar.

25 Ahora bien, Agar es el monte Sinaí en Arabia, y corresponde a la Jerusalén actual, porque ella está en esclavitud con sus hijos.

26 Pero la Jerusalén de arribaa es libre; esta1 es nuestra madre.

27 Porque escrito está:

«Regocíjate, oh estéril, la que no concibes;

prorrumpe y clama, tú que no tienes dolores de parto,

porque más son los hijos de la desolada,

que de la que tiene maridoa».

28 Y ustedes, hermanos, como Isaac, son hijos de la promesaa.

29 Pero así como entonces el que nació según la carnea persiguiób al que nació según el Espíritu, así también sucede ahorac.

30 Pero, ¿qué dice la Escritura?

«Echa fuera a la sierva y a su hijo,

pues el hijo de la sierva no será heredero con el hijo de la librea».

31 Así que, hermanos, no somos hijos de la sierva, sino de la libre* .

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