Filipenses 2:5–11
5 Haya, pues, en1 ustedes esta actitud que hubo también en Cristo Jesúsa,
6 el cual, aunque existía en forma de Diosa, no consideró el ser igual a Diosb como algo a qué aferrarse,
7 sino que se despojó a Sí mismo1a tomando forma de siervob, haciéndose2 semejante a los hombresc.
8 Y hallándose en forma de hombre, se humilló Él mismoa, haciéndose obediente hasta la muerteb, y muerte de cruzc.
9 Por lo cual Dios también lo exaltóa hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombreb,
10 para que al1 nombre de Jesús se doble toda rodillaa de los que están en el cielo, y en la tierrab, y debajo de la tierra,
11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señora, para gloria de Dios Padre.