Ezequiel 28:1–19
28 De nuevo vino a mí la palabra del Señor:
2 «Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: “Así dice el Señor Dios:
‘Aun cuando tu corazón se ha enaltecido
Y has dicho: “Soy un dios,
Sentado estoy en el trono de los dioses,
En el corazón de los mares”,
No eres más que un hombre y no diosa,
Aunque hayas puesto tu corazón como el corazón de un dios.
3 -’Tú eres más sabio que Daniel;
Ningún secreto te es ocultoa.
4 -’Con tu sabiduría y tu entendimiento
Has adquirido riquezas para ti,
Y has adquirido oro y plata para tus tesorosa.
5 -’Con tu gran sabiduría, con tu comercio,
Has aumentado tus riquezasa,
Y se ha enaltecido tu corazón a causa de tus riquezasb.
6 -’Por lo cual, así dice el Señor Dios:
“Por cuanto has puesto tu corazón
Como el corazón de un diosa,
7 Por tanto, voy a traer sobre ti extranjerosa,
Los más crueles de entre las naciones.
Y ellos desenvainarán sus espadasb
Contra la hermosura de tu sabiduría
Y profanarán tu esplendor.
8 -”Te harán bajar al sepulcro,
Y morirás con la muerte de los que mueren
En el corazón de los maresa.
9 -”¿Dirás aún: ‘Un dios soy’,
En presencia de tu verdugo,
Tú que eres un hombre y no Dios,
En manos de los que te hieren?
10 -”Con la muerte de los incircuncisos morirás
A manos de extraños,
Porque Yo he hablado”, declara el Señor Diosa’ ”».
11 Vino a mí de nuevo la palabra del Señor:
12 «Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiroa y dile: “Así dice el Señor Dios:
‘Tú eras el sello de la perfección,
Lleno de sabiduría y perfecto en hermosura.
13 ’En el Edén estabas, en el huerto de Diosa;
Toda piedra preciosa era tu vestidura:
El rubí, el topacio y el diamante,
El berilo, el ónice y el jaspe,
El zafiro, la turquesa y la esmeralda;
Y el orob, la hechura de tus engastes y de tus encajesc,
Estaba en tid.
El día que fuiste creado
Fueron preparados.
14 -’Tú, querubín protector de alas desplegadas,
Yo te puse allí.
Estabas en el santo monte de Dios,
Andabas en medio de las piedras de fuegoa.
15 -’Perfecto eras en tus caminos
Desde el día que fuiste creadoa
Hasta que la iniquidad se halló en tib.
16 -’A causa de la abundancia de tu comercioa
Te llenaste de violencia,
Y pecaste;
Yo, pues, te he expulsado por profano
Del monte de Diosb,
Y te he eliminado, querubín protector,
De en medio de las piedras de fuego.
17 -’Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura;
Corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendora.
Te arrojé en tierra,
Te puse delante de los reyesb,
Para que vieran en ti un ejemploc.
18 -’Por la multitud de tus iniquidades,
Por la injusticia de tu comercioa,
Profanaste tus santuarios.
Y Yo he sacado fuego de en medio de ti,
Que te ha consumido;
Y te he reducido a ceniza sobre la tierrab
A los ojos de todos los que te miran.
19 -’Todos los que entre los pueblos te conocen
Están asombrados de ti;
Te has convertido en terror,
Y ya no existirás mása’ ”».